Participar en la formación fue una experiencia transformadora desde lo personal. Los Registros Akáshicos me ayudaron a profundizar en mi autoconocimiento y, al mismo tiempo, a servir a otros desde la honestidad y la empatía. Los beneficios más visibles fueron la reducción de hábitos que ya no me servían, una mayor resiliencia ante los retos diarios y la capacidad de ver el aprendizaje detrás de las situaciones difíciles. Lo que más me quedó fue el espacio seguro para preguntar, practicar y recibir orientación sin juicios. Salí con una rutina diaria que me acompaña y que ha enriquecido mi relación conmigo misma y con las personas de mi entorno